Cuando la integración se convierte en estrategia

«Yo no destaco por una superación extraordinaria; todo lo que he hecho es enfrentarme a mis miedos». Son las palabras de Joan Pahisa, ingeniero informático y deportista profesional con discapacidad. «En las empresas y en la sociedad en general sigue presuponiéndose que son negativas cuestiones que no lo son. Tenemos el gran reto de eliminar prejuicios y estereotipos que nos nublan la vista», sentenció durante una jornada organizada por el Real Patronato sobre Discapacidad y la Fundación Adecco en el CaixaForum de Madrid. La experiencia de Joan le dice que las barreras arquitectónicas se pueden acabar sorteando, al menos, con mucha más facilidad que las barreras humanas.

Durante la inauguración de la jornada, el ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso, explicó que durante la presente legislatura las personas con discapacidad han firmado 640.000 contratos, aunque reconoció que «su tasa de actividad sigue siendo muy baja». «No incluir la discapacidad es desperdiciar el talento», añadió el titular de Servicios Sociales.

Por su parte, Enrique Sánchez, presidente del Grupo Adecco, reivindicó que «es hora de dar por clausurada la etapa de discriminación al trabajador por cuestiones de edad, sexo o discapacidad». «Desde Adecco, gestionamos cerca de 600.000 contratos al año y tenemos plenamente constatado que el talento reside en cualquier persona: por eso instamos a las empresas a llevar a cabo procesos de selección por competencias, en los que sólo importen las capacidades del trabajador y no factores externos que se transforman en prejuicios».

Durante la jornada también se celebró un debate, moderado por el ex ministro de Empleo Manuel Pimentel, en el que participaron el secretario general de Airbus Group Spain, Pedro Montoya, el CEO de Ericsson Spain, José Antonio López Muñoz y la directora de Recursos Humanos de Grupo Adecco, Encarna Maroño. Los ponentes coincidieron en la necesidad de impulsar un marco que homogeneice la legislación sobre integración laboral para personas con discapacidad en la UE.

Además, pidieron que se impulsen políticas educativas para este colectivo, sobre todo en lo que afecta a idiomas y estudios técnicos. En cuanto a la contratación, apuestan por que sea directa pero complementada con los Centros Especiales de Empleo. «Es ahora el momento del empoderamiento de los empleados, para ir más allá y romper con las barreras que no son sólo físicas. Debemos crear una cultura de hacer algo más y no quedarnos en lo meramente legal», manifestó Pedro Montoya.

Por su parte, el director general de la Fundación Adecco, Francisco Mesonero, afirmó que «la diversidad es una característica inherente a nuestra sociedad, que ha de trasladarse a las empresas. Negarla es nadar a contracorriente e integrarla no es política social o altruismo, sino visión estratégica, habida cuenta de los valores que albergan que se traducen en dosis extra de esfuerzo, motivación o sacrificio».

Mesonero apeló a la «necesidad de abordar el acceso al empleo de las personas con discapacidad desde las primeras etapas de la vida, dotándola de competencias clave para su futura integración laboral».