
Un momento...
En un momento de urgencia climática, revolución tecnológica y tensiones sociales y geopolíticas, necesitamos corregir nuestro rumbo si queremos legar un futuro sostenible a las siguientes generaciones. Y necesitamos hacerlo ya. En esa carrera contrarreloj hacia la sostenibilidad y la circularidad, el emprendimiento se posiciona como el gran catalizador de innovación social y ambiental que todavía puede conducirnos hasta la meta a tiempo.
«Sentar las bases para un futuro más justo y sostenible» son las palabras con las que Maarten Wetselaar, presidente de fundación Moeve, resumió la aspiración última de los Premios future for all, unos galardones creados para apoyar proyectos que mejoren la calidad de vida de las personas y su entorno y además impulsen una transición ecológica justa. Los ganadores de su segunda edición se dieron a conocer en una gala celebrada en la sede de Moeve, en Madrid, conducida por el periodista Santiago Cid.
Un total de 214 proyectos –un 50% más que la pasada edición–, procedentes de startups, pymes, asociaciones, fundaciones, cooperativas, ONG y entidades públicas, se habían presentado a esta nueva edición de los galardones que reconocen a aquellas iniciativas que logran un impacto positivo en el medioambiente y en la sociedad. Todos ellos abordaron cuestiones vinculadas a innovación social, empleabilidad, acceso a las energías renovables, formación en transición ecológica justa, consumo responsable y, en un 65% del total de las iniciativas, economía circular. Por provincias, las que más proyectos han presentado han sido Madrid, Santa Cruz de Tenerife, Barcelona, Cádiz, Valencia y Las Palmas.
De todos los presentados, diez proyectos pasaron a la gran final, un acto en el que sus impulsores tuvieron la posibilidad de defender sus iniciativas en formato pitch ante el jurado. Cada finalista dispuso de tres minutos para convencer a los jueces de que su proyecto era merecedor del galardón. En juego, 120.000 euros a repartir entre un máximo de tres ganadores. Además de la dotación económica, fundación Moeve ofrece acompañamiento y mentoría a través de expertos a las entidades ganadoras para ayudarles a seguir escalando el impacto de sus proyectos.
Finalizado el tiempo de deliberación, el jurado regresó a la sala para comunicar su fallo. Los proyectos Micorriza Sur, de Florestasur; Acerca – Regen, de la Fundación Grazalema Regenerativa y Empleo Verde, de la Fundación Generation España, fueron los elegidos.
La crisis climática, la falta de relevo generacional y la ausencia de una salida económica clara son la tormenta perfecta para que se esté produciendo un preocupante abandono de muchos bosques en Andalucía. Florestasur es una cooperativa de mujeres que impulsa la restauración ecológica de estas zonas y el empleo verde en el medio rural. «Somos un vivero forestal en la Sierra de Arena. Nos encontramos con el problema de los castañares, que, debido a numerosos problemas ambientales, plagas, etcétera, no consiguen resurgir y no son económicamente rentables. Sus propietarios no disponen de recursos para abordar una regeneración de las variedades genéticas, así que los están abandonando», señala María Lavao, ingeniera forestal y cofundadora de Florestasur.
Con el proyecto Micorriza Sur, la cooperativa propone desarrollar una línea innovadora de planta forestal micorrizada con setas comestibles para recuperar castañares abandonados en Andalucía, mejorando su rentabilidad y resiliencia climática. «Nuestra solución plantea dar al castañar un segundo recurso económico», explica Lavao.
Ese objetivo podría estar mucho más cerca gracias al premio. «Vamos a invertir los 50.000 euros en un laboratorio para inocular planta forestal, completar el estudio de las micorrizas y realizar los primeros protocolos para poner en marcha la producción», desarrolló Lavao, quien cree que premios como Future for all son vitales para el ecosistema del emprendimiento ambiental porque «hay muchas ideas que no tienen los fondos para ejecutarse, y este tipo de premios les dan la posibilidad de convertirse en realidad».
Para su cocreadora, Micorriza Sur no solo se sustenta en innovación ambiental, sino que es ciencia aplicada al territorio y con dimensión social: «Si somos capaces de generar empleo de calidad en el entorno rural, la gente se quedará. Reforestar también es repoblar».
Acerca – Regen busca transformar la ganadería extensiva en las Serranías Béticas Occidentales, actividad clave en el paisaje, mediante prácticas regenerativas innovadoras. Su objetivo es mejorar la sostenibilidad ambiental, económica y social de las explotaciones ganaderas poniendo el foco en la fertilidad del suelo, la biodiversidad, la rentabilidad y el relevo generacional.
«El proyecto surge de una necesidad que detectamos en nuestro territorio, pero que en realidad es común a todas zonas rurales de la Península: la situación de abandono que está experimentando el campo, su falta de competitividad y la degradación de los espacios agroganaderos», explica Víctor Jiménez, coordinador del área de patrimonio natural en la Fundación Grazalema Regenerativa.
La tecnología juega un papel destacado en el proyecto, con innovaciones como vallas electrificadas, cercados virtuales, localización GPS y soluciones de pastoreo dirigido que incluyen periodos de descanso para el suelo, que es, señala Jiménez, «justo lo que el suelo necesita». Y es que, sentencia, «no basta con conservar, también hay que regenerar».
Acerca – Regen aspira a dignificar el papel de los ganaderos como gestores del entorno natural. «El sector agro ganadero es un sector tradicionalmente bastante inmovilista al que le cuesta asimilar los cambios. Pero poco a poco y ante las evidencias climáticas y la falta de rentabilidad, los ganaderos se están dando cuenta de que hacen falta otros enfoques», explica el premiado.
Para Víctor Jiménez, este reconocimiento que tiene una cuantía de 50.000 euros, es además un punto de inflexión «que nos va a permitir pasar de las primeras experiencias piloto y va a dar mucha visibilidad a nuestro trabajo».
Con un premio de 20.000 euros, el proyecto Empleo Verde fue galardonado en los Premios future for all 2025 por, en palabras del jurado, «brindar una capacitación clave en una transición justa, al garantizar que todas personas, especialmente las más vulnerables, puedan integrarse en todos los nichos de empleo».
En España 2,5 millones de personas están desempleadas, una situación que genera pérdida de ingresos, autoestima, oportunidades y horizontes. «No tener un empleo no supone solamente el problema de la falta de ingresos, sino que hay un riesgo real de caer en el ciclo de la vulnerabilidad», denuncia Estela de la Cruz, directora de la Fundación Generation España.
La paradoja es que en nuestro país hay más de medio millón de empleos que no logran cubrirse. «Hay una brecha evidente en el tejido productivo e industrial de nuestro país, que se forma para algo que luego la sociedad no demanda. Nosotros intentamos cerrar esa brecha capacitando a adultos desempleados en profesiones de alta empleabilidad de forma más rápida para que puedan incorporarse al mercado laboral y que tengan oportunidades de crecimiento a futuro», declara esta especialista.
El proyecto Empleo Verde tiene como propósito dar oportunidades reales a quienes más las necesitan. La iniciativa impulsa el talento de personas en situación vulnerable hacia empleos verdes de alta demanda a través de una triple dimensión: formación técnica en instalaciones de paneles solares, habilidades sociales y acompañamiento hasta el empleo. Toda esta formación es completamente gratuita. «Nos encontramos con personas en la mitad de su carrera profesional, normalmente mayores de 45 años, que atraviesan un momento emocionalmente muy duro porque el mensaje que reciben del mercado es: eres mayor y no vales. Nosotros, además de darles los conocimientos técnicos, trabajamos esa dimensión emocional para que vuelvan a creer en ellos mismos», indica De la Cruz.
Con una estadística del 85% de inserción laboral y un 30% de mejora en ingresos, esta iniciativa busca facilitar oportunidades de empleo sostenible para transformar vidas y convertir la transición ecológica en una oportunidad real, justa e inclusiva
El cierre de la gala corrió a cargo de Teresa Mañueco, directora de fundación Moeve, que terminó con las siguientes palabras: «Queremos ser un agente impulsor de la transición ecológica, pero no podemos hacerlo solos. Necesitamos la colaboración, la creatividad y la acción. Seguid con vuestro empeño por hacer un mundo mejor».
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