Integración de personas con discapacidad
En un contexto de fuertes recortes públicos en el sector de la discapacidad, el rol del sector privado para mantener los pilares de un Estado del Bienestar que se tambalea puede ser decisivo.
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COLABORA2013
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En un contexto de fuertes recortes públicos en el sector de la discapacidad, el rol del sector privado para mantener los pilares de un Estado del Bienestar que se tambalea puede ser decisivo. Existen ejemplos contundentes, casos reales en los que la rentabilidad y el impacto social positivo van de la mano.
Uno de ellos es la Fundación DKV Integralia, que nació en 1999 para facilitar el acceso al mercado laboral de personas con discapacidad y 14 años después se ha convertido en un referente internacional en la integración de personas discapacitadas y en líder de su actividad económica, que es la asistencia telefónica en el sector sanitario.
El 100% de los 230 trabajadores de los 5 centros que esta fundación ha implementado en el territorio nacional son personas con discapacidad. «Hay cosas que te abren los ojos. Cuando visité el centro de El Prat y vi que había un trabajador sin brazos para el que habían adaptado un puesto de trabajo entendí la filosofía de trabajo de Integralia», explica a Ethic Joan Fontrodona, profesor de Ética de la escuela de negocios Iese. Es posible que sea esa visión lo que ha convertido a esta aseguradora en la empresa española con mayor cuota de personas empleadas con discapacidad: el 22% de la plantilla.
Pero quizá lo más interesante de este proyecto es cómo las políticas activas de integración han ido acompañadas de un modelo de negocio de éxito, tal y como refleja el estudio presentado esta semana por Iese. «La Fundación DKV Integralia ocupa la primera posición en el ránking de compañía de asistencia sanitaria en calidad de respuesta telefónica y la sexta posiciónen el ránking del total de más de 70 compañías analizadas, entre las que se encuentran las mayores del país», apunta el estudio.
De este informe se desprende que la integración social y la calidad son perfectamente compatibles (el 94% de los clientes están safisfechos o muy satisfechos con la atención recibida en los call center) y que el absentismo de los trabajadores con discapacidad puede reducirse si hay un compromiso real con ellos (el absentismo del sector se sitúa un 10% y en Integralia baja hasta el 6%; mientras que la rotación en esta industria es del 23% y en la Fundación cae al 10%).
«Realmente no se trata de aportar cantidades de dinero, sino de trabajar de otra manera, es decir, repensar la forma que tenemos de hacer negocios buscando las contribuciones positivas y el valor compartido. Hay que pedir la implicación de los grupos de interés y de los empleados y canalizar esa energía», apunta el consejero delegado de DKV, Josep Santacreu, tras explicar que los próximos pasos de la Fundación se derán en Latinoamérica, donde el objetivo es asesorar a las empresas en sus procesos de integración de personas con discapacidad.
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