Innovación responsable para la nueva normalidad

Guillermo de Juan

2020 pasará a los libros de Historia como el año capicúa que nos enfrentó a una pandemia mundial sin precedentes. Pero debemos reconocer que, como todas las crisis, la de la COVID-19 nos ha puesto a prueba y nos ha dado la oportunidad de innovar, cambiar el rumbo, reciclarnos y replantearnos cosas que se daban como perpetuas. Hemos tenido que pensar y buscar nuevos caminos, donde la ciencia, la tecnología y la innovación han sido factores clave en la búsqueda de soluciones frente a este nuevo enemigo invisible.

Desde GSK queremos ser parte de la construcción de una solución a esta crisis sanitaria. El motor que nos mueve, conseguir que las personas puedan hacer más, sentirse mejor y vivir más tiempo, está en estos momentos más presente y tiene más importancia que nunca. Por eso, como compañía biofarmacéutica, hemos decidido explorar, invertir y apoyar diferentes iniciativas que creemos que juegan un papel fundamental para detectar y frenar el coronavirus. Desde el primer momento, con la declaración del estado de alarma, las prioridades de GSK han sido trabajar para y por las personas, garantizar el suministro de medicamentos para los pacientes, al mismo tiempo que proteger la salud de nuestros empleados. La innovación, enfocada desde la responsabilidad, es nuestro corazón, nuestra razón de ser, y por eso nuestros investigadores están participando en proyectos de colaboración para el desarrollo de vacunas para poder hacer frente al coronavirus cuanto antes y analizando qué medicamentos en fases de investigación podrían servir para curar los síntomas de esta enfermedad. Las colaboraciones que hemos puesto en marcha en el área de vacunas están enmarcadas en nuestro conocimiento y experiencia en adyuvantes, un complemento que se añade a algunas vacunas para mejorar la respuesta inmune del organismo, generando una inmunidad más fuerte y duradera contra las infecciones. El uso de un adyuvante puede ser de particular importancia en una situación de pandemia, ya que puede reducir la cantidad de antígeno requerido por dosis, permitiendo que se produzcan más dosis de vacuna y, por lo tanto, contribuyendo a proteger a más personas.

«La Agenda 2030 ofrece una guía con la que todos tenemos el deber de construir el mundo que queremos»

Así, estamos colaborando con centros de investigación, universidades y otras compañías farmacéuticas, como Sanofi o Medicago, para desarrollar y evaluar posibles vacunas candidatas adyuvadas para la COVID-19. Además, otro paso al frente en este contexto ha sido la adaptación de parte de nuestras instalaciones del Centro de Investigación de Enfermedades en Países en Desarrollo (Diseases of the Developing World, DDW), situado en Tres Cantos (Madrid) y centrado en enfermedades desatendidas como la malaria y la tuberculosis, para realizar pruebas de diagnóstico por PCR de COVID-19 y dar soporte a ensayos clínicos de esta patología que actualmente se llevan a cabo en España.

Además, hemos donado más de 120.000 unidades de material de protección individual tanto desde nuestras fábricas como desde nuestro centro de I+D para los profesionales sanitarios de nuestro país. Igualmente, hemos distribuido más de 27.000 pantallas de protección en 4.500 farmacias españolas, para contribuir también a la protección de estos profesionales de la salud. En paralelo, se han hecho donaciones económicas a las Comunidades Autónomas más afectadas por la pandemia, además de crear material sanitario con impresoras 3D y participar en acciones solidarias con ONG´s como Save the Children, la Fundación Adecco y la Fundación Acompartir. A escala global, GSK ha colaborado con la Organización Mundial de la Salud, con una aportación de 10 millones de dólares al Fondo de Respuesta Solidaria de la COVID-19, creado por la Fundación de las Naciones Unidas, y con la Fundación Bill y Melinda Gates en respuesta a la pandemia.

Porque ya nos ha enseñado algún popular escritor que el cambio es también una oportunidad de crecimiento. Y, nada más lejos de la realidad, en estos momentos de auténtica transformación, las circunstancias nos han obligado a aprender a marchas forzadas. Es por eso que, en la era post COVID-19, la Agenda 2030 ofrece una guía con la que todos tenemos el deber de construir el mundo que queremos. En GSK tenemos un compromiso transversal con 15 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Nuestra naturaleza como compañía biofarmacéutica hace que impulsemos desde el sector de la salud la consecución del ODS 3, cuyo objetivo es garantizar una vida sana y promover el bienestar de las personas a lo largo de toda la vida. Pero la educación de calidad, la igualdad de género, la reducción de las desigualdades, la acción climática y el desarrollo sostenible también forman parte de nuestro ADN.

GSK pasa a una nueva fase, con la mirada puesta en los ODS como brújula para guiar su camino hacia una nueva normalidad, en la que la innovación responsable será la piedra angular.


Guillermo de Juan es Vicepresidente y Director de Government Affairs y Comunicación GSK España, Israel y Portugal.