Reconstrucción y recuperación. Dos palabras que repetidamente escuchamos, nombramos y pensamos en estos tiempos de pandemia. Cómo debe ser la recuperación es una de las grandes preguntas en estos momentos, cómo hacer para que todo lo vivido – el dolor, la incertidumbre, la pérdida- se transformen realmente en aprendizajes y en evolución colectiva.
El coronavirus acelera procesos y la desconfianza social generalizada que se venía observando se ha exacerbado. Falta de confianza en los liderazgos, en las instituciones y en la propia moral colectiva. Quizás por ese motivo, cada vez se habla más de los llamados intangibles cuando se alude a la recuperación de los países y las empresas, la recuperación económica y social tras la pandemia. Esos elementos no contables en la cuenta de resultados pero que son cada vez más cruciales para la existencia de un negocio, de un gobierno, de una profesión. Se evidencia así que la reconstrucción material precisa de la reactivación de la confianza en la sociedad.
El coronavirus acelera procesos y la desconfianza social generalizada que se venía observando se ha exacerbado
A través de la confianza se establecen dinámicas que redundan en el beneficio de todos, incluida la economía. La confianza restaura el equilibrio y habilita la colaboración. Y es el gran valor que puede explicar el fracaso o el éxito, frente al paradigma del control que se ha quedado obsoleto. Confianza en las personas, en las instituciones, en los gobiernos.
La preocupación manifiesta de las organizaciones por esta situación de desafección social hacia todo tipo de organizaciones era clave antes de la pandemia, según analizamos en el estudio Approaching the Future 2020 que elaboramos desde CANVAS Estrategias Sostenibles junto a Corporate Excellence – Centre for Reputation Leadership. La capacidad de generar confianza en un entorno de incertidumbre es fundamental, y se identifica como la tendencia más relevante para los expertos y profesionales encuestados en la quinta edición del estudio.
Tras cinco años analizando las principales tendencias en intangibles, reputación, sostenibilidad y ética, observamos que en un contexto cada vez más incierto, la ciudadanía espera que las empresas sean capaces de responder a sus necesidades y avanzar hacia modelos económicos y sociales más justos y sostenibles. Y esto se pronuncia aún más tras la pandemia.
La desconfianza hacia las instituciones refleja una falta de cohesión social y un cambio de paradigma. Tal y como apunta el informe, se aprecia una ciudadanía más activista que busca y espera soluciones a las desigualdades sociales, exige empresas responsables y rechaza las que no están alineadas con sus valores personales. En este contexto, las organizaciones tienen el reto de liderar para ser valoradas como parte de la solución a los grandes retos globales a los que nos enfrentamos como las desigualdades sociales o la emergencia climática.
La creciente brecha en la confianza refleja una falta de cohesión social y una necesidad de actualizar el contrato social, es decir, los valores, derechos y deberes compartidos por una sociedad. Esta brecha es, probablemente, uno de los factores que potencia la cristalización de la ética como una demanda creciente hacia las organizaciones para la generación de confianza a nivel social. Así lo vimos reflejado en el estudio Ética empresarial y Agenda 2020 en tiempos de COVID-19 realizado por CANVAS y Cristina Monge. En términos generales existen altas expectativas sobre el comportamiento de las empresas en esta época de crisis.
Ante una realidad incierta como la actual se necesita leer de forma abierta el contexto social y comprender el valor de la confianza versus la desconfianza, esencial para la sostenibilidad y legitimidad social de todas las organizaciones, ya sea empresariales, educativas, sanitarias o gubernamentales.
Para desarrollar nuestra actividad en el mundo que viene, previsiblemente diferente del actual, tendremos que revisar muchos de nuestros hábitos, formas de trabajo, de relación, modelos de negocio, impacto ambiental, así como reconstruir los sistemas de generación de conocimiento e innovación para ser capaces de establecer acciones de cooperación y de colaboración a gran escala.
Claudina Caramuti es Socia fundadora de CANVAS Estrategias Sostenibles
