Fin del trayecto: la autosuficiencia energética

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Jorge Ratia

@JorgeRatia

A hora y media en coche de Múnich hay un pequeño pueblo que produce ocho veces más energía de la que consume. Se trata de Wildpoldsried, municipio de pioneros en autosuficiencia energética. En 1999, una iniciativa ciudadana propuso un plan de acción a veinte años vista que apostaba por la introducción de turbinas eólicas y paneles solares en lugar de quemar tanto diésel. El plan se aprobó y —tras dos décadas de desarrollo— Wildpoldsried es ahora un ejemplo de revolución energética.

La independencia por la que optaron es una estrategia que no solamente garantiza el suministro de gas y electricidad a todos los vecinos, sino que promueve la reducción del consumo excesivo y la generación de energía local renovable. No obstante, los gestos de una localidad de 2.500 habitantes son, aunque extraordinarios, una gota en medio del océano: la emergencia climática demanda planes mundiales que involucren a los casi 8.000 millones de personas que comparten la Tierra.

Por este motivo ya están en marcha iniciativas internacionales como RE100, que pretende dar apoyo y reconocimiento a las grandes empresas de todo el mundo que se comprometan a utilizar un 100% de energía renovable. ¿El objetivo? Limitar el aumento de la temperatura media global a 1,5 grados centígrados.

Juan Antonio López Abadía (Damm): «Concluir con éxito la transición energética hacía modelos más sostenibles es una prioridad»

En España, Damm es la primera compañía cervecera en sumarse a esta iniciativa, lo que significa que el 100% de la energía eléctrica comprada en todos sus centros de producción y almacenes cuenta con certificado de origen renovable. Paralelamente, uno de los proyectos estrella de la marca es la instalación de placas fotovoltaicas en sus plantas de producción y envasado, en las que han invertido casi 13 millones de euros desde 2008. De este modo, Damm se consolida como la cervecera con la mayor extensión de placas solares de la península ibérica, con más de 32.000 m2 de instalación.

Es la prueba del firme compromiso con la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados por la Agenda 2030 y por lo que ha conseguido convertirse en miembro activo del Pacto Mundial de las Naciones Unidas. «Concluir con éxito la transición energética hacia modelos más sostenibles es una prioridad», afirma Juan Antonio López Abadía, director de Optimización de Energía y Medio Ambiente de Damm. «Por ello, desde hace décadas llevamos trabajando en la evolución de nuestras fuentes de energía hacia renovables que nos permitan minimizar nuestro impacto medioambiental y, a la vez, ser capaces de generar energía limpia para nuestro autoconsumo», añade.

En 2021, el grupo autogeneró el 60% de la energía eléctrica que empleó. Gracias al desarrollo de una fuerte estrategia de ahorro energético, el conjunto de medidas impulsadas durante los últimos 15 años ha permitido a Damm reducir en un 36% la energía necesaria para la producción de cerveza en sus plantas de cerveza marca.

Son cuestiones cada vez más importantes. La guerra en Ucrania ha acentuado una crisis medioambiental que ya llevaba años sobrevolando Europa y que empuja a renunciar a ciertos hábitos de consumo energético que parecían inmutables. También invita a velar por la coordinación entre el sector público y privado para que se firmen objetivos comunes. El fin del trayecto parece intuirse en la autosuficiencia energética. Quizá pueda parecer un proceso utópico y demasiado largo, pero todos los caminos empiezan por el primer paso.