Economía

«La sostenibilidad ya se entiende como una verdadera oportunidad de negocio»

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07
octubre
2022

Desde que la información no financiera o de sostenibilidad empezó a equiparase a la financiera en términos de responsabilidad de los administradores, exigencias regulatorias, necesidades de gestión (e incluso de retribución), los sistemas de información se han hecho cada vez más necesarios en la esfera empresarial. Sin embargo, alrededor del 70% de los CEO en el mundo consideran todavía difícil medir sus datos ESG a lo largo de su cadena de valor. Para Luka Mucic, CFO de SAP, una multinacional de software, «lo que no se mide no se gestiona»; por eso esta compañía, con Mucic al mando de la estrategia de sostenibilidad, se convirtió hace una década en una de las primeras empresas europeas en incluir indicadores medioambientales en sus informes de resultados. En esta entrevista en exclusiva, Mucic pone orden en esa confusión sobre cómo implementar las estrategias de sostenibilidad y medir los avances que impulsan medidas ESG en el sector empresarial.


¿Por qué un director financiero liderando la estrategia de sostenibilidad? ¿Cuál es el valor añadido?

Esto ha sido así hasta hace poco. Yo voy a dejar la empresa en 2023, así que aprovechamos la oportunidad para acelerar nuestra acción y subrayar nuestro compromiso con la sostenibilidad y reunimos a los equipos que trabajan en estos temas para formar una unidad integral que informa a nuestro director general. Para mí, el director financiero desempeña un papel fundamental en lo que respecta a la sostenibilidad. A primera vista, puede que no sea un tema típico para alguien en ese puesto, pero si piensas en dirigir el impacto y el rendimiento de una empresa desde una perspectiva holística, es inevitable que lo financiero entre en juego. Teniendo en cuenta las tres dimensiones de la sostenibilidad –medioambiental, social y de gobernanza (ESG)– desde lo financiero podemos crear valor para las sociedades, las empresas y los individuos por igual.

¿Cómo ha visto entonces la evolución de la comprensión de la sostenibilidad en el Consejo de Administración? ¿Ha cambiado en comparación con hace unos años?

La percepción de la sostenibilidad nos ha cambiado a muchos. Hay que tener en cuenta que SAP publicó su primer informe integrado en 2012; por aquel entonces fuimos una de las primeras empresas europeas y la primera empresa de software del mundo en hacerlo. En ese momento, la sostenibilidad todavía era vista por muchas empresas como algo que simplemente ayudaba a moldear positivamente la reputación pero, en los últimos diez años, se ha convertido en una licencia para operar, principalmente debido a la creciente presión normativa y de las partes interesadas. Hay dos cifras que ilustran muy bien esto: en 2009, solo el 77% de nuestros empleados pensaba que este tema era importante –ahora el porcentaje alcanza el 94%–; además, la proporción de inversores ESG entre nuestros inversores ha pasado del 6% en 2012 a más del 40% en la actualidad.

«No basta con tener una estrategia: hay que integrar la sostenibilidad en la forma de hacer negocios»

Es decir, la percepción de la sostenibilidad está entrando en una nueva fase en la que se entiende y se ve como una verdadera oportunidad de negocio. Al documentar los KPI no financieros y financieros, hemos podido demostrar que el cambio social y medioambiental tiene sentido desde el punto de vista empresarial. Por ejemplo, el impacto negativo de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero alcanzó los 182 millones de euros. Todo apunta a que esta dirección holística será cada vez más importante, lo que lleva de nuevo a por qué la sostenibilidad es imperativo para el director financiero: al integrar los aspectos económicos, sociales y medioambientales en la toma de decisiones, las empresas sientan las bases para una gestión equilibrada e impulsan el éxito duradero mientras crean un impacto positivo en las personas y el planeta.

Pero ¿hubo un punto de inflexión en el que la mayoría de los miembros del Comité Ejecutivo comprendieran el papel de la sostenibilidad?

Más que un momento concreto han sido tres choques sistémicos: la crisis de 2008, la pandemia y la devastadora guerra de Ucrania. Estos acontecimientos han sacudido nuestras cadenas de suministro globales y han llevado a los líderes empresariales a replantearse su forma de hacer negocios. Y, además, se nos sigue recordando la necesidad urgente de un desarrollo sostenible; recordemos este verano en España, con esos enormes incendios forestales y la amenaza sobre la seguridad hídrica. Además, en todo el mundo fuimos testigos del Día de la Sobrecapacidad de la Tierra el 28 de julio, cuando habíamos consumido todos los recursos naturales que nuestro planeta puede restaurar para 2022. Fue un día antes que en 2021. En este contexto, tanto inversores como empleados y consumidores esperan que las empresas proporcionen lugares de trabajo justos e inclusivos, ofrezcan productos y servicios sostenibles e igualen los resultados no financieros con los financieros. Además, estamos viendo cómo se introducen continuamente nuevas regulaciones y elementos de localización, lo que aumenta la complejidad. La presión para que las empresas no solo actúen, sino naveguen por un complejo panorama normativo y un entorno macroeconómico volátil es mayor que nunca. Por si fuera poco, la economía lineal actual no solo supone un despilfarro financiero para las empresas, sino que también tiene un enorme impacto negativo en el medio ambiente y la sociedad. Seguir como siempre ya no es una opción.

Como CFO conoce muy bien la importancia de la información financiera. En la futura Directiva de Divulgación de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD), la UE ha dado un paso muy importante para dar más importancia a la información no financiera. ¿Qué opina sobre que la Comisión Europea haya establecido una verificación externa obligatoria para la información no financiera de un determinado tipo de empresas?

Para fomentar la fiabilidad de la información no financiera y sus metodologías y procesos subyacentes es necesario aplicar exigencias de aseguramiento adecuadas. Sin embargo, el enorme trabajo que lleva una auditoría de garantía limitada antes, durante y después no debe subestimarse. Por lo tanto, esta verificación externa obligatoria debe aplicarse cuidadosamente teniendo en cuenta los límites de capacidad y presupuesto, especialmente a la luz de la gran presión ejercida sobre las empresas para que cumplan con una cantidad cada vez mayor de exigencias. En consecuencia, debería permitirse un enfoque gradual capaz de anticiparse a las diversas especificaciones del sector y del modelo de negocio y tener en cuenta qué información no financiera es relevante para la verificación externa. A pesar del esfuerzo, estoy convencido de que la verificación externa obligatoria aumentará la calidad de los datos con el tiempo. Si queremos tratar los datos no financieros al mismo nivel que los financieros, la auditoría es clave para ir más allá del márketing.

«La economía lineal supone un despilfarro financiero para las empresas, además de dañar el medio ambiente»

¿Creará la UE esa plataforma de información que promete para que todas las empresas reporten allí la información no financiera?

Sería más que bienvenido si permitiera a los usuarios e inversores conectar fácilmente los datos no financieros con los financieros y procesarlos con las soluciones informáticas necesarias. Esto podría minimizar los esfuerzos de información y contribuir a la automatización. Además, debe tenerse en cuenta la posibilidad de aprovechar las asociaciones para establecer una plataforma sostenible y funcional. Por un lado, asociarse con expertos en plataformas puede ayudar a construir una base técnica sólida. Por otro, garantizar un intercambio continuo con las organizaciones de calificación ESG y las entidades que establecen marcos y normas de información no financiera puede ayudar a armonizar los desarrollos paralelos.

¿Cree que en el futuro un aseguramiento razonable será obligatorio para la información no financiera, del mismo modo que ya ocurre con la información financiera?

En comparación con la información financiera, que ha necesitado siglos para evolucionar, la información no financiera está todavía en una fase temprana de desarrollo. Es necesario que siga progresando y madurando, incluyendo la estandarización y la racionalización de las metodologías y los marcos para reforzar la precisión, la exhaustividad y la fiabilidad. En consecuencia, cabe esperar que el aseguramiento razonable se extienda hacia un número cada vez mayor de informaciones no financieras –previamente auditada con garantía limitada– como un proceso de desarrollo natural. Sin embargo, esto tiene que armonizarse con el modelo de negocio de la empresa y los indicadores materiales derivados del mismo para mantener el esfuerzo en un nivel razonable y sostenible. En otras palabras, aplicar inmediatamente el aseguramiento razonable a todos los indicadores previstos en las normas de la UE por ahora sería un enorme desafío para las empresas. Una alternativa sería comenzar con un aseguramiento razonable para los KPI más importantes, que deberían identificarse mediante una sólida evaluación de la materialidad.

Según mi experiencia, muchos directores financieros no quieren que nadie meta la mano en sus sistemas de información porque creen que la información no financiera puede desestabilizar el sistema. SAP está ayudando a normalizar las mediciones no financieras colaborando con organizaciones como la Value Balancing Alliance (VBA), el Foro Económico Mundial y otras. ¿Qué está haciendo para adaptarse a los requisitos de la CSRD y al trabajo que está realizando el EFRAG?

Los informes de sostenibilidad siempre han importantes para nosotros y, si bien apoyamos las iniciativas de la Unión Europea en este ámbito, también somos conscientes de que la nueva normativa es bastante completa. Después de recibir la aprobación de los Estados miembro, el CSRD será obligatorio muy probablemente para el año fiscal 2024. Nosotros ya nos estamos preparando para la aplicación y para cumplir plenamente con la nueva normativa, siguiendo de cerca los últimos avances en torno al CSRD y las normas europeas de sostenibilidad. Es cierto que tenemos un recorrido muy exitoso en materia de informes integrados y sostenibilidad, pero también la nueva normativa nos supondrá un esfuerzo adicional.

«Solo el 21% de los ejecutivos están completamente satisfechos con la calidad de los datos recopilados para la sostenibilidad»

Pero Europa y Estados Unidos trabajan con normas diferentes. ¿Cómo vais a responder a este doble modelo?

Mientras cada vez más empresas utilizan la tecnología para dirigir su negocio de forma más holística, también vemos que aumenta la presión normativa. De hecho, una encuesta reciente de SAP Insights demuestra que sólo el 21% de los ejecutivos de las empresas están completamente satisfechos con la calidad y la disponibilidad de los datos recopilados para la sostenibilidad. Sin embargo, la tecnología está evolucionando rápidamente para ayudar a las empresas a superar estos retos de forma rentable. Esa es la visión que hay detrás de nuestra Nube SAP para Empresas Sostenibles, que reúne una completa cartera de soluciones para permitir a las empresas gestionar de forma holística el rendimiento de la sostenibilidad. Pero no solo ofrecemos la tecnología para superar retos, como la falta de normas de información entre empresas: como empresa global, queremos la estandarización y armonización a nivel mundial. Por eso unimos nuestras fuerzas a las de otras empresas afines, para participar activamente en la configuración del futuro de la medición y valoración del situamos los datos en el centro para que, en la medida de lo posible, permitan la recopilación de información no financiera relevante para la dirección como un elemento integrado (mientras se ejecutan los procesos operativos de principio a fin). No podemos gestionar lo que no medimos.

Hoy en día, muchas empresas aplican metodologías ágiles y, más concretamente, casi todos los proyectos de sostenibilidad implican a varias áreas de la compañía. ¿Cómo resuelve SAP estas nuevas formas de trabajo? Históricamente, su compañía se estructuró en torno a los costes verticales, no transversales.

No hay un truco mágico para ser sostenible de la noche a la mañana. Tampoco una única solución tecnológica que transforme milagrosamente una empresa. Es decir, no basta con una estrategia de sostenibilidad diferenciada: todas las empresas deben integrar la sostenibilidad en su forma de hacer negocios. Solo cuando una estrategia empresarial es sostenible en sí misma –y está integrada en todos los aspectos de la empresa– podemos reducir los impactos negativos y crear sistemas regenerativos para impulsar el éxito del negocio en el futuro, mejorar la adaptabilidad y responder rápidamente a las nuevas necesidades. Esto significa tener en cuenta tanto los indicadores financieros como los no financieros a la hora de tomar decisiones estratégicas y operativas. Nosotros ajustamos la configuración organizativa para aprovechar todo el potencial de crecimiento. Reunimos a todos los equipos –desarrollo de productos, márketing, soluciones, salida al mercado, ventas…– para centrarlos en la sostenibilidad. Ahora forman una unidad integral, lo que nos permitirá escalar más rápidamente y con mayor agilidad mientras seguimos colaborando estrechamente con el resto de equipos. Solo si integramos la responsabilidad en todas las áreas y líneas de negocio tendremos éxito.

«La presión normativa sobre las empresas es mayor que nunca»

¿Cuáles son los pilares de vuestra estrategia de sostenibilidad?

Creemos firmemente que la sostenibilidad debe estar en el centro de la estrategia empresarial. Y nosotros mismos estamos en una posición única porque tenemos el potencial y la capacidad de impulsar el cambio a mejor. Esto abarca dos papeles, el de ejemplificar y el de facilitar, que centramos en cuatro áreas: dirección e información holística, acción climática, economía circular y responsabilidad social. Predicamos con el ejemplo en nuestras propias operaciones y prácticas empresariales sostenibles, ya que llevamos trabajando intensamente en la sostenibilidad desde 2009, midiendo nuestro progreso de forma holística a través de KPI financieros y no financieros con nuestro informe integrado desde 2012. Esto proporciona una imagen más completa del valor total que creamos. Actualmente, estamos trabajando para que nuestros procesos de toma de decisiones y nuestros análisis trimestrales tengan cada vez más en cuenta los indicadores no financieros. Y, en nuestro papel como facilitadores, estamos utilizando este conocimiento para ayudar a los clientes con nuestras soluciones a lograr sus objetivos de emisiones netas, mejorar su economía circular, garantizar el trabajo decente en sus cadenas de suministro y crear transparencia sobre el estado de su sostenibilidad.

De hecho, medís el éxito en cinco indicadores: los ingresos y el margen operativo, el compromiso de los empleados, la fidelidad de los clientes y el impacto de la huella de carbono. ¿Son estos indicadores los que componen la prima de la empresa para la compensación? Si es así, ¿qué peso tiene la huella de carbono (o la reducción de emisiones) en la bonificación de la empresa?

Tal y como se indica en nuestro informe de retribución para 2021, los KPIs mencionados constituyen el mix para la retribución anual del Consejo de Administración. Los de sostenibilidad tienen un peso total del 20%, donde la huella de carbono tiene un 6,67%. Los planes de bonificación para los empleados incluyen una combinación de objetivos de la empresa, objetivos del área/equipo del Consejo y objetivos individuales.

Queréis ser una empresa neutra en carbono en 2023 y, en 2030, alcanzar las cero emisiones. ¿No teme que la guerra de Ucrania y la consiguiente crisis energética frenen la carrera?

Es cierto que nos hemos fijado un objetivo ambicioso comprometiéndonos a alcanzar el cero en toda nuestra cadena de valor de acuerdo con un futuro de 1,5 °C en 2030; es decir, 20 años antes de lo previsto inicialmente. En nuestro camino, el siguiente hito intermedio es 2023, cuando aspiramos a ser neutrales en las operaciones, dos años antes de lo que se pretendía originalmente. Esto incluye todas las emisiones de carbono directas (alcance 1), indirectas (alcance 2) y las categorías seleccionadas de la cadena de valor (alcance 3) como los vuelos de negocios, los desplazamientos de los empleados y los centros de datos externos. Pero el cero es tan solo una de nuestras ambiciones: por ejemplo, a partir de 2025, todos los vehículos nuevos encargados como coches de empresa no tendrán emisiones. Seguimos confiando en que alcanzaremos estos objetivos.


Estas entrevistas se enmarcan en un acuerdo entre Ethic y la Asociación Española de Directivos de Sostenibilidad (DIRSE).

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