Diversidad
La doble discriminación de los jóvenes con discapacidad
Si los jóvenes han visto cómo su desempleo alcanzaba tasas del 52%, más se ha agravado la situación de aquellos que tienen un certificado de discapacidad.
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COLABORA2015
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La crisis económica no ha pasado factura a todos por igual. Si los jóvenes han visto cómo su desempleo alcanzaba tasas del 52%, más se ha agravado la situación de aquellos que, además de jóvenes, tienen un certificado de discapacidad: en su caso, el 62% está en paro.
Un escenario que la Fundación Adecco y JYSK han pretendido mostrar a través de su último estudio, donde analizan los condicionantes con los que este segmento de la población se topa a la hora de buscar trabajo. Las conclusiones se han deducido tras encuestar a más de 300 jóvenes con discapacidad menores de 30 años.
Al deterioro del mercado laboral se suman, según se desprende del informe, prejuicios que aún hay asentados en nuestra sociedad. De hecho, el 60% de los jóvenes con discapacidad opina que la mejor receta para combatir esta forma de exclusión es sensibilizar a las empresas para eliminar temores, estereotipos y, en consecuencia, las barreras que les impiden avanzar.
Asimismo, el nivel formativo de los desempleados con discapacidad menores de 30 años continúa siendo inferior a la media general: un 13% tiene estudios universitarios o está cursándolos, frente a un 23% de los menores de 30 años de su generación. Por lo que otra demanda por parte de los encuestados es más orientación laboral individualizada.
Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco, «las personas con discapacidad continúan infrarrepresentadas en la Universidad, ya que sólo suponen el 1,3% del total de estudiantes. Ello merma sus oportunidades laborales y, en ocasiones, puede llegar a reforzar el estereotipo que asocia a la persona con discapacidad con puestos de escasa cualificación y responsabilidad», puntualiza.
Autoestima e independencia
También alerta de que «actualmente seguimos encontrándonos con jóvenes con discapacidad que tienen competencias para estudiar pero deciden no hacerlo, debido a diferentes factores como la falta de confianza o la sobreprotección familiar». Un dato llamativo es que un 74% no indica en su currículum su discapacidad, o la omite en las entrevistas cuando esta no es visible.
Además, los jóvenes con discapacidad tardan más en emanciparse. Según el informe ‘Jóvenes y emancipación en España’, elaborado por la FAD, sólo el 47% de los jóvenes entre 25 y 35 años ha abandonado el hogar paternal. Si bien el presente informe excluye a las personas entre 30 y 35 años, los datos reflejan un porcentaje mucho más elevado para los encuestados con discapacidad entre 25 y 30 años. En concreto, un 71% sigue viviendo con sus padres.
A pesar de las dificultades, el 80% de los desempleados con discapacidad aspira a terminar trabajando en un entorno laboral normalizado en la empresa ordinaria, frente a un 20% que se decanta por Centros Ocupacionales o Centros Especiales de Empleo. Mesonero apunta que estos centros «cumplen una importante misión social, siendo el objetivo final –excluyendo los casos en los que por diferentes razones no sea posible-que se constituyan como trampolín hacia el empleo de la empresa ordinaria, el entorno donde se produce la plena integración de forma normalizada».
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