Medio Ambiente

Los primeros pasos de la COP26

La 26º edición de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP) se inició el 31 de octubre con desafíos logísticos debido a la covid-19, la escasa participación de delegaciones de países del Sur Global y, a pesar de todo, grandes expectativas en las negociaciones de financiación climática y la ambición ‘cero neto’.

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05
noviembre
2021

«Los seis años que han pasado desde el Acuerdo de París han sido los seis años más calientes de la historia». Así comenzó su discurso el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, en la inauguración de la Cumbre de Líderes Mundiales de la COP26 en Glasgow, Escocia. A ella asistieron los jefes de Estado y de Gobierno de todo el planeta para intentar poner de manifiesto la importancia de que los líderes mundiales asuman acciones concretas frente a la crisis climática.

Guterres hacía referencia al tratado internacional adoptado en París en 2015, un acuerdo cuyo objetivo fundamental buscaba limitar con severidad el calentamiento mundial en relación a los niveles preindustriales. El funcionamiento del Acuerdo de París se da a través de ciclos de cinco años en las que las medidas climáticas escalan poco a poco su ambición. En el año 2020 los países debían formular y presentar estrategias de desarrollo a largo plazo para lograr disminuir sus emisiones de gases de efecto invernadero, pero la pandemia de la covid-19 aplazó unas negociaciones que, entonces, se antojaban ya esenciales.

Guterres: «Los seis años que han pasado desde el Acuerdo de París han sido los años más calientes de la historia

Este año, no obstante, el coronavirus continúa ejerciendo un desafío fundamental para la propia organización del evento: se han limitado los aforos, los asistentes están obligados a realizar largas colas para ingresar a la sede principal y deben pasar, además, otra multitud de controles pensados para evitar potenciales contagios. Esta es una de las razones por las que muchas delegaciones de países del Sur Global –es decir, los países en vías de desarrollo– no han conseguido asistir al evento: han sido los más golpeados económicamente a causa de la pandemia y no todos han logrado, aún, acceder a las pautas completas de vacunación. Paradójicamente, son estos mismos países los que, según diversos estudios científicos, serán más afectados por las consecuencias de la crisis climática.

Además de la Cumbre de Líderes Mundiales, durante la primera semana de la COP26 las delegaciones debatieron aspectos relativos a la financiación climática y la transición energética. Los ministros de finanzas globales, las instituciones económicas internacionales y los representantes del sector financiero se reunieron el pasado miércoles y se comprometieron a aumentar el soporte económico a los países en desarrollo para ayudarlos a lidiar con los impactos del cambio climático. Así, Noruega anunció su compromiso de triplicar su financiación para los procesos de adaptación. Japón y Australia, a este respecto, prometieron también duplicarla. Suiza, Estados Unidos y Canadá se comprometieron, a su vez, a apoyar el llamado Fondo de Adaptación. Estos países, incluyendo Reino Unido, Irlanda y Luxemburgo, reafirmaron su compromiso de entregar 100.000 millones de dólares por año a los países en desarrollo. A ello se suma la esperanza de alcanzar nuevos compromisos a lo largo de las negociaciones.

En ese mismo contexto, el presidente del Gobierno de España anunció la promesa de aumentar la financiación climática. «Nuestro objetivo es alcanzar los 1.350 millones de euros anuales a partir de 2025», explicó durante su discurso. Sánchez impelió también al abandono de los combustibles fósiles y la apueta por las energías renovables, la movilidad limpia y la eficiencia energética. Según defendió, «en España hemos reducido la generación eléctrica de carbón en un 90% en los últimos cuatro años».

Sánchez: «Nuestro objetivo es alcanzar los 1.350 millones de euros anuales a partir de 2025»

Del mismo modo, al menos otros 23 países se han comprometido a eliminar la energía de carbón, aumentar la energía limpia y garantizar una transición justa. Entre ellos se encuentran Indonesia, Vietnam, Polonia, Corea del Sur, Egipto, Nepal, Singapur, Chile y Ucrania. Anuncios que, sin embargo, llegaron tras un colapso en las decisiones tomadas frente a la financiación del carbón. China, Japón y Corea del Sur se comprometieron asimismo a dejar de financiar el carbón en el extranjero, lo que podría significar de facto el fin de la energía del carbón. Asimismo, los grandes bancos e instituciones financieras como HSBC, Fidelity International y Ethos, se comprometieron también a poner fin –sin restricciones– a la financiación de la energía relacionada con el carbón.

¿Esperanza?

La semana terminó con el Día de la Juventud y el Empoderamiento Público, una jornada dedicada a una generación que utiliza como bandera propia la lucha contra la crisis climática y de biodiversidad. Así lo mencionó el naturalista Sir David Attenborough en un sentido discurso ofrecido durante la inauguración de la COP26: «Las personas más afectadas por el cambio climático ya no son una generación futura imaginada, sino los jóvenes que viven hoy».

Greta Thunberg ha considerado el evento como el «más excluyente de la historia»

Brianna Fruean, activista por la justicia climática y miembro de Pacific Climate Warriors, también habló ese mismo día, pidiendo el compromiso necesario a los líderes globales «para hacer lo correcto y darle seguimiento a una acción que debió comenzar desde hace mucho tiempo». Tal como señaló, «si están buscando inspiración sobre el liderazgo climático, echen un vistazo a los jóvenes del Pacífico: no solo somos víctimas de esta crisis, hemos sido faros de esperanza resistentes».

En esta ocasión, la reconocida activista Greta Thunberg ha decidido adoptar una posición crítica hacia el evento, el cual ha considerado como el «más excluyente de la historia», llegando a calificar el evento como una «pantalla» para lavar la imagen de los países desarrollados. Semanas atrás, la activista sueca ya había acusado a la organización de no facilitar la participación de países del Sur Global, exigiendo el acceso universal a las vacunas contra la covid-19. Thunberg, de hecho, participará el viernes 5 y el sábado 6 en dos grandes manifestaciones organizadas en el centro de Glasgow junto a la organización Fridays for Future.

La próxima semana tendrán lugar las negociaciones relacionadas con la adaptación, la pérdida y el daño generado por el cambio climático, así como aquellas relativas al género, la ciencia, el transporte y las ciudades sostenibles. No obstante, solo tras la clausura de las negociaciones, fechada para el 12 de noviembre, será posible saber si los resultados estarán a la altura de las expectativas y de la realidad de una crisis climática cuyas consecuencias, sumadas a los desafíos de inequidad arrastrados por la covid-19, podrían ser irremediables.

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