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4 respuestas para descubrir el Pacma

El partido animalista, que ha vivido una ascenso electoral sin precedentes en las últimas elecciones, despierta tantas pasiones como odios.

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31
julio
2017

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Los partidos que surgen del puro activismo social, con programas heterodoxos que se salen de la habitualidad, suelen ser mirados con recelo. Más aún si se mueven, casi siempre, en escenarios polémicos. Es el caso del partido animalista Pacma, cuya actividad se reconoce, sobre todo, por su lucha antitaurina, un tema que en España polariza a la población con especial descarnadura.

Este partido político de ámbito nacional en solo 10 años ha conseguido una subida inesperada incluso para sus fundadores. En las últimas elecciones al Parlamento casi logró los mismos votos que el PNV, que alcanzó cinco diputados, y rebasó por la izquierda a UPyD. Solo el sistema de reparto de circunscripciones de la Ley D’hont les ha impedido tener representación en la cámara baja. Pero, como dice su presidenta, Silvia Barquero Nogales, es «el primer partido extraparlamentario del país».

A continuación, damos cuatro claves para entender a esta formación política de éxito inopinado, que perfectamente podría tener su hueco parlamentario en la siguiente legislatura.

En las últimas elecciones generales obtuvo casi tantos votos como el PNV

¿Quiénes son Pacma?

El partido tiene más de 2.500 afiliados, y tuvieron candidatos en todas las circunscripciones, como el PP o el PSOE. Su presidenta, desde 2013, es Silvia Barquero. En las elecciones pasadas era candidata a presidenta del Gobierno, aunque para ella solo es un formalismo irreal. «Es política ciencia-ficción, nuestro objetivo es conseguir un escaño en el Congreso, presidir el país», ha dicho en numerosas entrevistas. El vicepresidente es Luis Víctor Moreno, fundador de la plataforma antitaurina La Tortura no es Cultura. Tanto ellos como el resto de los miembros de la junta directiva llevan años como activistas por los derechos de los animales.

¿Qué ofrecen en su programa?

Es un partido animalista, pero sus miembros insisten en que su acción va más allá. Basta con navegar por su página web para comprobarlo. Su programa, de 50 páginas, tiene tres bloques fundamentales: defensa de los animales, del medio ambiente y de la justicia social. Dicen que se posicionan al lado de los más desfavorecidos, abogan por modificar la Constitución «en aquellos puntos que no defiende los intereses de los ciudadanos», por una «modificación de la ley electoral injusta», por establecer un plan de choque que fomente el autoempleo para combatir el paro, y se oponen al TTIP, «que tendría claros perjuicios para el medio ambiente». También llevan en su programa la derogación total de la Ley Mordaza y los acuerdos con la Santa Sede, y una ley nueva y contra la evasión fiscal. Pero el objetivo que les hizo nacer es «introducir en la agenda política la necesidad de cambios legales para los animales, ignorados completamente por otras formaciones políticas: abandono y maltrato, corridas de toros, actividades como la caza o las granjas industriales, que quedan fuera de los programas políticos de otras formaciones», dicen desde el partido.

Corrida de toros

¿Cómo quedaron en las últimas elecciones?

No tienen dinero para estudios demoscópicos, así que no saben quién les vota ni por qué, pero se atienen a cifras inequívocas. Desde su creación en 2003, Pacma se ha presentado a todas las citas electorales que se han celebrado en nuestro país (municipales, autonómicas, generales y europeas), logrando en cada nuevos comicios destacados incrementos de votos. En las elecciones generales repetidas del 26 de junio de 2016, crecieron un 36% en apenas seis meses desde los primeros comicios. Obtuvieron 286.702 votos al Congreso, y más de un millón al Senado. En las autonómicas del 25 de septiembre de ese año, duplicaron sus resultados con respecto a las anterior en Comunidades como Galicia o Euskadi. «Tenemos una Ley Electoral injusta que no ha permitido que Pacma tuviera representación», dicen en el partido: «A pesar de haber cosechado buenísimos resultados, lamentablemente el sistema electoral español beneficia a los partidos mayoritarios y regionales, ya que los escaños se reparten por circunscripciones provinciales». También se quejan del «trato discriminatorio del CIS, y de la televisión pública, que «relegó» su vídeo electoral a la segunda cadena.

Durante 11 años lucharon contra el alanceamiento del Toro de la Vega. Un Real Decreto prohíbe hoy esta práctica

¿Por qué es un partido tan polémico?

«Creo que hay varios factores», explica un afiliado que prefiere no dar su nombre. «Por un lado, a quienes defendemos los derechos de los animales se nos relaciona automáticamente con ‘perroflautas’ de izquierdas, cuando el partido siempre ha dicho que no se posiciona ni a uno ni a otro lado ideológico. Pero muchos nos ven como un partido de izquierdas que está subiendo muchísimo, y generamos un temor parecido al de Podemos, y por desgracia, unas reacciones parecidas en nuestra contra». Resulta algo prematura y excesiva la comparación, si se tiene en cuenta que Podemos es la tercera fuerza política del Parlamento con 71 escaños y el Pacma todavía no tiene representación en la Cámara Baja. Pero también es cierto que la reacción de la mayor parte de la opinión pública ante este partido es parecida a la que generaba la formación morada antes de las elecciones generales.

El partido ha ejecutado durante 11 años una intensa campaña de presión social, política y legal contra el alanceamiento del Toro de la Vega en Tordesillas, una fiesta popular en la que se le daba muerte al animal. Considera un triunfo el Real Decreto que hoy prohíbe esta práctica, aunque eso les ha llevado a crudos enfrentamientos con los más tradicionalistas, en algunos casos, incluso físicos. Por cierto: en las segundas elecciones generales del año pasado, sus votos subieron en Tordesillas: de nueve, a 12.

Pero también han tenido otras intervenciones más desafortunadas: su presidenta llegó a equiparar los insultos que muchos antitaurinos profirieron en las redes contra un niño de ocho años con cáncer cuyo sueño era ser torero, con los que recibe el propio partido en su cuenta de Twitter.

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