Un ejercicio de transparencia

Más allá de las indudables connotaciones éticas, la reflexión es de pura lógica: «Los países con los mayores índices de transparencia y acceso a información son los que tienen un mejor desarrollo económico. También las empresas, que se encuadran entre las que tienen mejores resultados económicos». Lo dice el presidente de Forética, Germán Granda, a raíz varios estudios de esta asociación de empresas y profesionales de la responsabilidad social empresarial. Durante la jornada El valor de la transparencia como compromiso social, organizada por Mapfre y el semanario de información económica El Nuevo Lunes, Granda dejó claro que «una empresa transparente tiene un indudable valor añadido».

Precisamente, la compañía aseguradora se ha propuesto convertirse «en un referente en este sentido en un plazo de tres años con la aplicación del Plan de Transparencia Activa», tal y como informó durante la jornada su subdirectora general de Coordinación Contable, María Luisa Gordillo, y añadía: «La transparencia es una cultura y sin ella no hay compromiso social».

Los medios de comunicación también son un sector implicado con esta problemática, no solo a la hora de dar la noticia; también al recabarla. «El primer muro que encontramos es la imposibilidad de acceder libremente a la información pública que deberían facilitarnos los funcionarios» reclama el vicepresidente para Asuntos Económicos de la Asociación de Prensa de Madrid, Miguel Ángel Noceda. No le falta razón, a tenor de lo que declara el presidente de Transparencia Internacional de España, Jesús Lizcano: «España era el único miembro de la Unión Europea que no ha tenido Ley de Transparencia hasta hace tres años, y actualmente tiene claras deficiencias». Una situación alarmante si tenemos en cuenta que en el último índice de TI nuestro país quedó por detrás de Eslovenia o Botsuana, y está entre los que más han empeorado desde 2012 junto con Turquía, Libia y Brasil. Lizcano recalca que es necesaria la creación de «convenios de transparencia con los partidos políticos y las cerca de veinte mil instituciones públicas que existen en nuestro país».

Las conclusiones de la jornada dejaron claro que la transparencia es urgente, porque su déficit es un mal que afecta a todos los ámbitos de una sociedad. «Es necesaria para que los ciudadanos estén informados y exista una democracia», advierte el vicepresidente para Asuntos Públicos de la consultoría Llorente y Cuenca, Joan Navarro, y remata: «Sin transparencia no puede haber periodismo, política ni actividad empresarial». El presidente de honor de Dircom, (Asociación de Directivos de Comunicación), Antonio López, añade: «Es el único mecanismo que tienen las instituciones y las empresas para recuperar la confianza de la opinión pública».