Cambio Climático

Cinco claves para entender la relación entre salud y clima

Cerca de 12,6 millones de personas mueren al año por vivir o trabajar en ambientes poco saludables, según las últimas estimaciones de la OMS.

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29
marzo
2016
BEIJING, CHINA – DECEMBER 01: A man rides a bicycle on a day of heavy pollution on December 1, 2015 in Beijing, China. China’s capital and many cities in the northern part of the country recorded the worst smog of the year with air quality devices in some areas unable to read such high levels of pollutants. Levels of PM 2.5, considered the most hazardous, crossed 600 units in Beijing, nearly 25 times the acceptable standard set by the World Health Organization. The governments of more than 190 countries are meeting in Paris this week to set targets on reducing carbon emissions in an attempt to forge a new global agreement on climate change. (Photo by Lintao Zhang/Getty Images)

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Cerca de 12,6 millones de personas mueren al año por vivir o trabajar en ambientes poco saludables, según las últimas estimaciones de la OMS. Esta cifra supone casi una cuarta parte del total mundial de muertes. Los factores de riesgo ambientales -la contaminación del aire, del agua y del suelo, la exposición a los productos químicos, el cambio climático y la radiación ultravioleta- contribuyen a más de 100 enfermedades o traumatismos.

Así lo recoge la segunda edición del informe Ambientes saludables y prevención de enfermedades: Hacia una estimación de la carga de morbilidad atribuible al medio ambiente, elaborado por la OMS y con datos de 2012, y al que el Observatorio de Salud y Medio Ambiente DKV-Ecodes se suma, destacando cinco conexiones clave entre salud y medio ambiente:

1. La presencia de distintos tóxicos en los alimentos o el consumo de agua que no cumple con los niveles adecuados de salubridad afecta a nuestro organismo. Ciertos metales pesados como el plomo, el cadmio, el arsénico o el mercurio, o sustancias como los compuestos tóxicos persistentes, pueden provocar efectos adversos en el organismo si se produce una exposición a partir de ciertas concentraciones.

2. La importancia de la calidad del aire. Ya en el año 2014, la OMS alertaba de que alrededor de 3,7 millones de muertes fueron atribuibles en el mundo a la contaminación atmosférica. En Europa, las altas concentraciones de partículas se asocian con 524.000 defunciones prematuras anuales, de las que la mayor parte, 432.000, son atribuibles a las partículas finas y 17.000 a la contaminación por ozono troposférico. En España, se atribuyen a estas causas alrededor de 33.200 muertes prematuras.

3. También el ruido afecta a nuestra saludSe calcula que un 20% de la población española, más de 9 millones de personas, conviven con niveles de ruido que sobrepasan los niveles considerados adecuados para la salud humana. Y casi 20 millones podrían estar sometidos a índices menores, pero que también pueden afectar a la salud si la exposición es prolongada. Así, la exposición a ruido ambiental se asocia con efectos no auditivos poco conocidos como el incremento de ingresos hospitalarios y mortalidad por causas cardiovasculares, respiratorias, diabetes o nacimientos prematuros y de bajo peso, entre otros.

4. Es posible una vida más saludable y sostenible. El cuarto capítulo del Observatorio hace un repaso a distintas iniciativas colectivas y socialmente innovadoras orientadas a minimizar el impacto ecológico de la actividad diaria de las personas  y las familias. El documento contiene propuestas sobre energía, cambio climático y huella de carbono, movilidad sostenible y consumo colaborativo, y se completa con una revisión de aspectos de alimentación, salud y medio ambiente para terminar con una reflexión sobre economía, empleo y compras verdes. Comer menos carne, comprar productos a granel, sustituir el coche por la bici o regular el termostato de la calefacción a 20ºC por el día y 17º C por la noche son pequeñas rutinas que provocan grandes cambios.

5. La salud de nuestros hogares es nuestra salud. El sector residencial, junto con el comercial e institucional, representa el 22% de las emisiones difusas de gases de efecto invernadero, además de una parte de las emisiones indirectas por consumo eléctrico (que se encuentran dentro de las emisiones reguladas). La vinculación entre una edificación más sostenible con la salubridad del entorno es indiscutible. DKV y Ecodes ofrecen conceptos, métodos y materiales para la edificación sostenible y abordan el uso sostenible y eficiente de los equipamientos del hogar para ahorrar recursos y energía.

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