Cambio Climático

Las emisiones de CO2 crecieron un 5% en 2015

El aumento de las emisiones de CO2 en el último año rompen la tendencia de descenso comenzada en 2009 y sitúan a España a niveles de 1998.

Artículo

¿QUIERES COLABORAR CON ETHIC?

Si quieres apoyar el periodismo de calidad y comprometido puedes hacerte socio de Ethic y recibir en tu casa los 4 números en papel que editamos al año a partir de una cuota mínima de 30 euros, (IVA y gastos de envío a ESPAÑA incluidos).

COLABORA
12
febrero
2016

Artículo

La falta de nevadas este invierno, los incendios que asolaron en diciembre el norte de la Península o los cada vez más frecuentes episodios meteorológicos atípicos en la costa mediterránea son algunas de las evidencias de los efectos del cambio climático en España, donde la liberación de CO2 a la atmósfera creció un 5% en 2015, rompiendo una tendencia de descenso comenzada en 2009 y volviendo a los niveles de 1998.

Son datos facilitados en el informe Cambio climático en España: evidencias, emisiones y políticas, elaborado por el Observatorio de la Sostenibilidad, que señala que diez empresas españolas (entre ellas energéticas, cementeras y refinerías) son responsables del 65% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2). El aumento de las emisiones se debe, según el geógrafo Carlos Alfonso, «al aumento del uso del uso del carbón, que el año pasado subió un 22%». Este combustible fósil es la fuente de energía más intensiva y emite el doble de CO2 que el gas natural.

Debido a los efectos del cambio climático, las energías renovables se han visto tremendamente afectadas por la falta de lluvia y viento. El año pasado, la producción hidráulica y eólica disminuyó un 5%. «La gestión en esta última legislatura de las políticas de mitigación de las emisiones ha sido la más nefasta, hundió las energías renovables en España, llevó a la ruina el sector fotovoltaico y supuso el cierre de empresas eólicas», declaró el economista José Santamarta durante la presentación del documento. Alfonso, por su parte, declaró que «si alguien piensa que es catastrofista es porque no vive en la realidad; en estos años hay que trabajar desde los estados, a través de la ecología y la socieocenomía».

Además, la dependencia energética del exterior alcanzó el 70% en 2015. Según el ingeniero industrial Juan Avellaner, «la tecnología en España se ha destruido por la caída de las industrias, por la falta de presupuesto. Antes de la crisis, 750 empresas trabajaban en I+D. Hay que volver a financiar los centros de investigación».

También urge buscar soluciones eficientes dentro del sector transporte, segunda gran fuente emisora de gases de efecto invernadero, un 25% del total, superando la media europea, del 20%. Los automóviles en nuestro país tienen una edad media por encima de los once años, lo que reduce la seguridad en las carreteras y aumenta las emisiones. Una de las grandes soluciones es rejuvenecer el parque automovilístico.

Grandes-atascos-mucha-contaminacion

Independientemente del impacto medioambiental, el transporte ocasiona una ocupación y fragmentación del territorio. En España existen 820.000 hectáreas dedicadas a infraestructuras de movilidad, y en los últimos años se han duplicado los kilómetros de autopistas y ferrocarriles. Esta fragmentación afecta de forma negativa a los espacios naturales y refleja un modelo urbanístico irracional.

El biólogo Raúl Estévez explica la clasificación de los datos en tres familias de cartografía. En primer lugar, mapas de las evidencias del cambio climático con justificaciones científicas. Uno de los ejemplos son las zonas vinícolas de Galicia, donde la productividad de la uva sube, pero la calidad de las variedades locales se ha visto seriamente afectada. Esta progresión supondría el abandono de la actividad vinícola, el no mantenimiento del sistema. Es un claro reflejo de cómo el cambio clímático y sus efectos afectan a la economía nacional.

La segunda familia de mapas de España señala, por color y por niveles, 900 instalaciones emisoras de gases de efecto invernadero. La última clase refleja las emisiones por comunidades autónomas, en función de la renta per capita y del producto interior bruto (PIB). En el primer caso, Asturias encabeza el ranking por la gran concentración de infraestructuras industriales antiguas, mientras que Cataluña y Madrid generan menos emisiones por la diversidad de la actividad económica.

Las soluciones que propone el informe pasan por aprovechar los mecanismos de la naturaleza para manterer operativos ciclos naturales. Restaurar los humedales conseguiría una mayor absorción del carbono y el aumento del vapor de agua en el ambiente, favoreciendo las lluvias de verano, tan escasas en la actualidad. Así mismo, es clave fomentar las repoblaciones forestales, creando un cinturón verde mediterráneo que atraviese España y Francia. La Unión Europea ya fomenta las inversiones en infraestructuras verdes.

Los distintos expertos coincidieron en la necesidad de implicar al sistema financiero, evitar políticas contradictorias, eliminar subvenciones perjudiciales, poner precio fijo al carbono y reducir sus emisiones en los sectores de energía y transporte. E instan a las Administraciones públicas a ser un ejemplo, así como a la ciudadanía a adoptar una mayor concienciación mediambiental.

ARTÍCULOS RELACIONADOS

COMENTARIOS

SUSCRÍBETE A NUESTRA NEWSLETTER

Suscríbete a nuestro boletín semanal y recibe en tu email nuestras novedades, noticias y entrevistas

SUSCRIBIRME