Siglo XXI

El ruido excesivo afecta a 500.000 madrileños

¿Sabías que el ruido influye en los ingresos hospitalarios, en las enfermedades circulatorias y en los nacimientos prematuros?

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15
enero
2016

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La contaminación acústica es un fenómeno atmosférico de naturaleza física que tiene claros efectos negativos sobre la salud ambiental y pública. Más de 500.00 madrileños se encuentran expuestos al ruido nocturno excesivo y más de 300.000 padecen este problema si tenemos en cuenta los niveles a lo largo de 24 horas, según el informe Ruido y Salud en Madrid realizado por DKV-Gaes.

La movilidad no sostenible, los edificios con mal aislamiento, la ausencia de espacios sin ruido y la falta de alternativas de ocio urbano provocan que el límite de 75,3 decibelios a partir del cual el ruido afecta a la salud humana se vea rebasado diariamente, socavando la salud de los ciudadanos. Según el informe, el 3% de los casos de enfermedad isquémica del corazón son atribuibles al ruido del tráfico rodado en las grandes ciudades. Así mismo, el ruido de Madrid influye en los ingresos hospitalarios, en el riesgo de morir por causas circulatorias, respiratorias y por diabetes, y en los nacimientos prematuros y de bajo peso.

La Oficina Regional Europea de la Organización Mundial de la Salud afirma que el ruido se ha convertido en una de las principales molestias ambientales y que la población se queja de exceso de ruido cada vez con más frecuencia. Y no sin razón, pues a nivel europeo cerca del 20% de la población (80 millones de personas) sufren niveles de ruido considerados inaceptables por los expertos y 170 millones están expuestas a niveles no extremos pero molestos en el día a día. Cada año se pierden en Europa 1,6 millones de años de vida saludable a causa del ruido ambiental.

A la vista de unos datos tan preocupantes, son necesarias medidas para estudiar, prevenir y reducir el impacto acústico en las ciudades, como la Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica del año 2011, o el Plan de Acción de Contaminación Acústica de Madrid aprobado en 2010. Esta normativa, revisada cada cinco años, ya incluía el soterramiento parcial de la M-30, la peatonalización de las calles, controles de velocidad y vigilancia de las dobles filas entre otras iniciativas.

Sin embargo, existen más instrumentos y herramientas para disminuir la contaminación acústica. Un punto importante y poco estudiado es el diseño urbano, es decir,  planificar ciudades compactas con menos necesidades de movilidad con vehículo a motor. También existen soluciones técnicas: el uso de vehículos con motores silenciosos, instalación de pavimentos absorbentes, insonorización de locales, aislamiento en maquinarias y paredes de viviendas, ventanas de doble cristal, etc. Además de la ya citada importancia de una normativa, y de la oferta y práctica de un ocio alternativo, son imprescindibles la educación, sensibilización y convivencia mediante campañas de concienciación dirigidas a la ciudadanía.

A la espera del informe de este año, la Red de Vigilancia de la Contaminación Acústica de Madrid, que cuenta con 30 estaciones de red fija y 16 terminales de red móvil, el Mapa Estratégico del Ruido de Madrid 2011 mostró mejoras en la calidad acústica respecto a 2006. Sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer para conseguir una ciudad libre de ruidos, sana y sostenible.

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