Internacional

El tiempo humano y el de la política

Rigoberto Carceller, presidente de honor de Cuba Democracia Ya, advierte sobre el ‘bloqueo interno’ que los cubanos deben romper para iniciar una verdadera transición.

¿QUIERES COLABORAR CON ETHIC?

Si quieres apoyar el periodismo de calidad y comprometido puedes hacerte socio de Ethic y recibir en tu casa los 4 números en papel que editamos al año a partir de una cuota mínima de 30 euros, (IVA y gastos de envío a ESPAÑA incluidos).

COLABORA
19
febrero
2015

Mientras Obama da un paso valiente y arriesgado con la Cuba castrista y se arropa dentro de un Nobel de la Paz que por adelantado le han otorgado, ebrio de sueños persiguiendo la talla de un Luther King que aun haga vibrar América, paralelamente derrumba las ansias de libertad de quienes luchan contra tiranías, y causas totalmente olvidadas en varios rincones del planeta, ya que el mensaje recibido es que el triunfo pertenece a quienes resisten, aunque sea bajo un traje de general oxidado y caduco.

Desde el pasado 17 de diciembre mi teléfono no deja de sonar: son los amigos emocionados que me llaman para darme la enhorabuena sobre esta nueva puesta en escena de Obama y Raúl Castro, a lo que el ministro español Margallo no tarda en bautizar como «transición inminente», palabras que me hicieron recordar aquella conferencia que impartió en un curso de verano de 1995 en el Escorial el profesor de Harvard, politólogo y experto en Cuba, Jorge Domínguez, cuando expuso delante de todos los que allí estábamos que «la transición en Cuba ya había comenzado». De esto han pasado ya casi veinte años.

En verdad me pregunto lo que cuenta el tiempo humano ante todos estos acontecimientos. Cuantas vidas perdidas vienen hoy a mi memoria que lucharon también por derrocar a la dictadura de Batista, cuantas familias divididas, cuantas vidas destrozadas tras una arriesgada travesía en ese estrecho de muerte y sueños en busca de mejor fortuna. Un álbum de fotos familiares rompe hoy todos mis sueños al pensar en el plato de comida que aguarda hoy a mi madre, el del día siguiente de esta noticia «trascendental». Me vienen también a mi memoria las miles de familias que han perdido su casa, o todo el tejado con el último ciclón que azoto la ciudad de Santiago de Cuba. Me pregunto qué significará el tiempo para los políticos. Nuestro tiempo limitado y efímero.

Estoy convencido de que el perfil histórico del presidente Obama ya contara con nuevos ingredientes, mucho más alla de haber sido el primer negro que llego a la Casa Blanca como presidente de los EEUU, posiblemente, y por comentarios que me han revelado familiares directos de Raúl Castro, sobre su carácter y sus diferencias con respecto a su hermano Fidel, que también la historia le aseguraran un sitio como el hombre que fue dando tímidos pasos hacia una «transición» pacífica en Cuba que se alarga en el tiempo, porque primeramente hay que enterrar con garantías a su hermano Fidel, y también hasta a él mismo.

Mi actitud y militancia en favor de los derechos humanos me hacen ser optimista, y no claudicar ante tanta adversidad y tantos años de lucha, por lo que me dejo integrar dentro de las líneas prioritarias de acción acordadas por la junta de la plataforma Cuba Democracia Ya el pasado veinte de enero, donde nos hacíamos conscientes de que nos íbamos a enfrentar a un camino que desconocíamos totalmente, pero que valientemente íbamos a transitar con nuestro activismo enérgico y constante en favor de los derechos humanos y de un desarrollo sostenible en Cuba, con todos los cubanos y para todos los cubanos.

Vamos hacer posible que dentro de Cuba se cumplan las propias palabras de Raúl Castro dadas al presidente Obama cuando dijo, «aprender a convivir dentro de las diferencias» porque existen menos millas de distancia entre nosotros los cubanos, que con los propios norteamericanos. Porque las diferencias de casa son, en exclusiva, un asunto nuestro, y dentro de ella lo vamos a solucionar. Vamos apoyar sin condiciones a toda la sociedad civil cubana, y cuantos actos y actores pacíficamente emerjan de ella en busca de libertad plena y democracia. Hemos acordado poner nuestra energía en lo que podamos realmente hacer nosotros los cubanos en favor de nuestra causa, que es mucho, y dedicaremos menos atención a aquellas iniciativas que con todo su derecho quieran impulsar otros gobiernos como el del presidente Obama, lo que no quiere decir que siempre estemos de acuerdo con lo que hagan, aunque agradecemos la acogida que le dieron a la oposición interna las dos delegaciones que en los últimos días visitaron Cuba. Pero nuestra energía se encausara ahora de forma prioritaria en levantar el propio bloqueo interno que impide a los cubanos ejerzan todas sus libertades.

ARTÍCULOS RELACIONADOS

COMENTARIOS

SUSCRÍBETE A NUESTRA NEWSLETTER

Suscríbete a nuestro boletín semanal y recibe en tu email nuestras novedades, noticias y entrevistas

SUSCRIBIRME