Opinión

Dos visiones enfrentadas

Las prospecciones de Repsol en Canarias han suscitado un encendido debate. Dos científicos locales nos ofrecen dos visiones enfrentadas sobre uno de los asuntos clave en la agenda del Ministerio de Industria.

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07
noviembre
2014

[vc_row][vc_column width=»1/1″][vc_column_text]Las prospecciones petrolíferas de Repsol en Canarias han suscitado un encendido debate en torno a la idoneidad y los riesgos del proyecto. Enfrentamos las visiones antagónicas de dos científicos locales en torno a uno de los asuntos clave en la agenda del Ministerio de Industria.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/2″ el_class=»Desmontando falsos mitos. Por Antonio Afonso, geólogo «][vc_separator color=»grey» accent_color=»#b2c7d0″][vc_column_text]Desmontando falsos mitos.
Por Antonio Afonso, geólogo
[/vc_column_text][vc_separator color=»grey» accent_color=»#b2c7d0″][vc_column_text]Aunque sea  ahora cuando se está hablando del tema, la búsqueda de petróleo y gas comenzó en 1958 en la zona del Sáhara Occidental cuando era provincia española, sin resultados comerciales. Posteriormente en aguas marroquíes, mejor dicho, al otro lado de la mediana entre los Estados, (hay que hablar de derechos mineros y de hidrocarburos, no de aguas). Hasta el 2013 se habían perforado 18 sondeos en aguas cercanas a Canarias. Algunos de Exxon en los años 70, de los cuales en dos ocasiones hallaron petróleo pesado, pero fueron declarados no comerciales. En 1984, Mobil realizó otro sondeo en el Cabo Juby 1 en el que encontraron también petróleo pesado. Por ultimo, en 2014, Cairn encontró petróleo en las cercanías y está en evaluación su posible comercialidad. Estos descubrimientos están en un rango de 70 a 80 kilómetros de Fuerteventura y a unos 10 de los futuros sondeos de Repsol y sus asociados. Y no hubo escapes apocalípticos ni nada parecido.

En el año 2013 se realizaron en el mundo 694 sondeos de exploración a más de 200 metros de profundidad con importantes descubrimientos de petróleo y gas. En 2014, en las cercanías de la mediana en el lado marroquí se han realizado cuatro sondeos dos en aguas a más de 800 metros de profundidad. Por el momento, sin los apocalípticos accidentes que auguran algunos. Cuando planteamos estos debates tenemos que ser serios: Genel está realizando exploraciones en aguas de 1.000 metros al norte de Lanzarote.

El peligro, más real que perforar sondeos de exploracion, está en el paso de tanqueros de petróleo del oeste africano que produce seis millones de barriles de petróleo diarios que en su mayoría se exportan a Europa. Estos barcos navegan entre Lanzarote y Fuerteventura y el continente africano. Esto es muchísimo más peligroso que unos sondeos de exploración.

Aclaraciones:

1. El petróleo no puede ir al fondo marino y destruirlo, incluso el más pesado (piche, chapapote o brea, que es el nombre castellano) tiene una densidad inferior a la del agua,  sobre todo la salada, y no es miscible, por lo que siempre flota. Lo contrario de lo que dicen muchos detractores de la exploración en aguas españolas y, más concretamente, en Canarias.

2. «Las desaladoras se verían inutilizadas por un derrame de petróleo». Otra afirmación que con abundancia emplea el grupo citado anteriormente, y no es correcta. Las tomas de agua marina se hacen por pozos en las arenas de playa, o por pozos o sondeos en roca al menos a tres metros por debajo de la bajamar, para así evitar la entrada del plancton. El petróleo flota y no va al fondo.

3. Decir que este área es sísmica tampoco es correcto. Miren en el Instituto Geográfico Nacional las estadísticas de terremotos y esta zona es de las más estables sísmicamente. Los mayores temblores en Canarias y esta zona de África se registraron entre Tenerife y Gran Canaria y al sur del Hierro, y son de grado 5. Nada que ver con zonas productoras de petróleo como Irán o California, por ejemplo.

4. En el caso, extremadamente poco posible, de un escape, se ha hablado en un estudio de corrientes de que llegaría  a todas las islas, basado en datos  de una boya a 100 metros de profundidad, no de superficie, por tanto no son exactos. Realmente el peligro está en un escape al norte de las Islas en el lado marroquí.

5. Tampoco es cierto que turismo y petróleo sean incompatibles. En el mundo existen múltiples ejemplos que demuestran lo contrario: la costa de California, Noruega, Italia, Dubai, Túnez, Egipto, costas de Cataluña y un largo etcétera.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_separator color=»grey» accent_color=»#b2c7d0″][vc_column_text]Un riesgo inaceptable.
Por Beatriz Ayala, bióloga de WWF-Adena
[/vc_column_text][vc_separator color=»grey» accent_color=»#b2c7d0″][vc_column_text]La  polémica autorización de las prospecciones, adoptada por el Ejecutivo pese a la firme condena de la comunidad científica y del rechazo rotundo de la sociedad e instituciones públicas de Canarias, coloca al archipiélago en una situación de extremo riesgo y absoluta indefensión, teniendo en cuenta los impactos aparejados a los sondeos y el peligro que entrañan estas operaciones para una población con pocas opciones a la hora de afrontar un posible accidente y cuya subsistencia se haya fuertemente vinculada a la calidad de sus aguas y costas. WWF ha denunciado en reiteradas ocasiones y ante diversas instancias importantes vulneraciones de la norma y reseñables deficiencias en el proceso de tramitación del expediente, centradas en la falta de concreción del proyecto, el inadecuado estudio ambiental de la zona y la minimización manifiesta del riesgo de accidente y del grado de afección de los sondeos en ciernes sobre la biodiversidad y la población de las islas. De hecho, Lanzarote y Fuerteventura son islas cuyas economías dependen de un turismo basado en su increíble naturaleza y cuyo abastecimiento de agua potable depende al 100% de la desalación de agua de mar. Una marea negra como la producida en 2010 en el Golfo de México tras el hundimiento de la plataforma de perforación Deepwater Horizon supondría para las islas una catástrofe ecológica de dimensiones incalculables.

Centrémonos en los impactos ciertos que, independientemente del riesgo de accidentes en un área de constatada actividad sísmica, tendrían lugar en el medio natural de llevarse a cabo las catas. En primer lugar, es fácil predecir una afección directa por destrucción mecánica sobre las singulares comunidades que pueblan los fondos del océano, como los arrecifes de coral, así como el efecto sobre otras valiosas comunidades biológicas, alejadas incluso del foco de actividad, debido al arrastre de los sedimentos y de la contaminación por la dinámica oceánica.

Por su fatal repercusión en el ecosistema marino hay que destacar también el impacto acústico aparejado a la prospección petrolera. Está científicamente demostrado que la emisión de sonidos de baja y media frecuencia y alta intensidad provocan en los cetáceos graves lesiones en tejidos y órganos internos que les pueden conducir a la muerte, además de los daños auditivos, desorientación y cambios de comportamiento (problemas para comunicarse, dificultad para cazar, separación de madres y crías, etc.) y desviaciones de hasta kilómetros en sus rutas migratorias. Es preciso resaltar la importancia mundial de estas aguas para la conservación de tan singulares mamíferos, que fundamenta la iniciativa de WWF para la creación de un santuario de ballenas y delfines en la zona: hasta 29 especies diferentes -más de un tercio de las identificadas globalmente-, con la destacada presencia de poblaciones estables de especies de profundidad, particularmente vulnerables a los sondeos.

La exposición prolongada a ruidos intensos puede provocar daños muy parecidos a las tortugas marinas y un fuerte impacto sobre pesquerías. Estudios recientes ponen de manifiesto una sustancial reducción de las capturas y de la abundancia media de poblaciones de peces en áreas aledañas a la zona de operación petrolera (entre un 30% y un 70% en función de las especies), desapareciendo por completo en torno a un radio de 500 metros del pozo de perforación.

Hay abundante documentación, avalada por especialistas del ámbito nacional e internacional, que evidencia la absoluta incompatibilidad del proyecto petrolero en un entorno particularmente frágil y vulnerable como Canarias, cuya población se mantiene firmemente cohesionada en torno a esta amenaza para su territorio, y a favor de un cambio urgente hacia un modelo energético responsable y con vistas de futuro, fundamentado al 100% en fuentes renovables. La apuesta del Ejecutivo por la búsqueda de gas y petróleo no solo no solventa nuestra dependencia energética, sino que nos aleja de los compromisos de la Convención Marco de Naciones Unidas de cambio climático y de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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