Derechos Humanos

«La economía de la exclusión mata»

El papa Francisco suma su voz a quienes creen que hay romper una dinámica de desigualdad impuesta por «ideologías que defienden la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera».

Artículo

¿QUIERES COLABORAR CON ETHIC?

Si quieres apoyar el periodismo de calidad y comprometido puedes hacerte socio de Ethic y recibir en tu casa los 4 números en papel que editamos al año a partir de una cuota mínima de 30 euros, (IVA y gastos de envío a ESPAÑA incluidos).

COLABORA
19
noviembre
2013

Artículo

El papa Francisco suma su voz a quienes creen que la economía del siglo XXI tiene que dar un giro radical y romper una dinámica de desigualdad impuesta por  «ideologías que defienden la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera». «Tenemos que decir no a una economía de la exclusión y la desigualdad. Esa economía mata».

En su en su primera exhortación apostólica -Evangelii Gaudium (La alegría del Evangelio)- el papa deja claro que la actual Iglesia no le gusta, pero tampoco el mundo en el que vivimos, en el que sólo queda espacio para los más fuertes. «Cómo el mandamiento de ‘no matar’ pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, hoy tenemos que decir no a una economía de la exclusión y la desigualdad. Esa economía mata», resalta el papa en el documento de 142 páginas que hoy se ha hecho público.

Según el papa, «vivimos en la idolatría del dinero» y a todo ello se añade «una corrupción ramificada y una evasión fiscal egoísta, que han asumido dimensiones mundiales». Tras la crisis financiera, según el papa, se encuentro «una profunda crisis antropológica que niega la primacía del ser humano y la sustituye con otros ídolos».

El papa, que recientemente ha encargado a la consultora Ernst and Young una auditoría a fondo de las cuentas del Vaticano, lamenta como mientras «las ganancias de unos pocos crecen exponencialmente, la de la mayoría se quedan cada vez más lejos del bienestar de esa minoría feliz». «De ahí que nieguen el derecho de control de los Estados, encargados de velar por el bien común», señala.

El papa se dirige a los dirigentes políticos para pedir «una reforma financiera que no ignore la ética» y que afronten «este reto con determinación y visión de futuro».

Así, el papa se rebela a que «no sea noticia que muera de frío un anciano en la calle y que sí lo sea una caída de dos puntos en la bolsa». «Eso es exclusión», exclama el papa, que denuncia con fuerza en el texto la «cultura actual del descarte».

Una cultura en la que no sólo «se tira la comida cuando hay gente que pasa hambre» sino que «considera al ser humano en sí mismo como un bien de consumo, que se puede usar y luego tirar». «Ya no se trata simplemente del fenómeno de los excluidos o explotados, sino de considerarlos como desechos, sobrantes».

Jorge Bergoglio critica a quienes «todavía defienden las teorías que suponen que todo crecimiento económico, favorecido por la libertad de mercado, logra provocar por sí mismo mayor equidad e inclusión social en el mundo».

El papa lamenta como mientras «las ganancias de unos pocos crecen exponencialmente, la de la mayoría se quedan cada vez más lejos del bienestar de esa minoría feliz». «El dinero debe servir y no gobernar», sentencia el papa, que aunque asegura que «ama a todos, ricos y pobres, tiene la obligación, en nombre de Cristo, de recordar que los ricos deben ayudar a los pobres, respetarlos, promocionarlos».

En otro de los pasajes del amplio texto, el papa considera que la política, a pesar de estar tan denigrada, «es una de las formas más importantes de la caridad». «Ruego al Señor que nos regale más políticos a quienes les duela de verdad la vida de los pobres», asevera.

El papa dedica un espacio a analizar la relación entre los conflictos y la pobreza y explica que «hasta que no acabe con la exclusión y la injusticia entro de una sociedad y entre los distintos pueblos será imposible erradicar la violencia».

ARTÍCULOS RELACIONADOS

Cobalto rojo

Siddharth Kara

¿Es posible garantizar un suministro fiable de cobalto sin poner en juego la vulneración de derechos humanos?

La mortífera ruta canaria

Esmeralda R. Vaquero

Según el colectivo Caminando Fronteras, en 2023 murieron 6.618 personas intentando llegar a las costas españolas.

COMENTARIOS

SUSCRÍBETE A NUESTRA NEWSLETTER

Suscríbete a nuestro boletín semanal y recibe en tu email nuestras novedades, noticias y entrevistas

SUSCRIBIRME